Astorga: de los muchísimos atractivos de esta urbe leonesa de pasado romano, tránsito jacobeo, ruta de la Plata, ecos astures y tradición chocolatera


Astorga. Ubicación geográfica de esta turística población leonesa asentada en el Camino de Santiago y también en la Via de la Plata. Ahí es nada la geoestrategia. Capital de la comarca de La Maragatería, esta urbe de más de 11.000 habitantes, y unos carnavales que merece la pena conocer, cuenta con un importante patrimonio. Patrimonio incluso de origen romano. Unos tiempos que, períodicamente, le regalan al respetable la aparición de nuevos restos y que ponen de relieve el debate sobre el origen de la población, que si asentamiento romano que si poblado prerromano ocupado posteriormente por estos... Pero todos los hallazgos, y sobre todo la reincidencia de los recientes, refuerzan esa tesis de que Astorga procede de la romana Astúrica, nacida a la luz de las cercanas explotaciones de oro instaladas en el entorno del Monte Teleno. Y además muy bien comunicada, algo sintomático sobre su notoriedad, con otros núcleos, tales como la portuguesa Braga (Brácara Augusta), Lugo, (Lucus Augusti), Mérida (Emérita Augusta) e incluso Zaragoza (Caesar Augusta), hermanada "romanamente" con todas ellas con reflejo en una fuente monumental. Al hilo de un origen previo, citamos textualmente lo escrito en un folleto turístico sobre el Museo Romano editado por el Ayuntamiento de Astorga: "El geógrafo Ptolomeo (c.90-c.168) menciona la ciudad como capital de los amaci, lo que ha sido interpretado por algunos como un argumento en favor de su raigambre prerromana; en cualquier caso nunca ha sido atestiguada por los datos arqueológicos, sobre todo a la luz de los recientes trabajos que en ella se vienen realizando, los cuales van paulatinamente desvelando, eso sí, la evolución y naturaleza de la implantación urbana romana". [Mapas VíaMichelín]

Astorga. Escudo municipal fotografiado en una señal de vado permanente. La representación vegetal, una rama de roble. Una especie realmente común en estos pagos.

Astorga. Futurista parroquia de San Pedro de Rectivía, abierta al culto en 1972 aunque en la zona, el actual barrio de Rectivía, ya existiera un templo previo según leemos. Esta sorprendente propuesta de los arquitectos Ángel Mirones y Ceferino Bada, dos años de trabajos constructivos y muchas curiosidades interiores, presenta una particularidad en uno de sus laterales...

... esta indicación del Camino de Santiago. Estamos, por cierto, en la calle San Pedro.

Astorga. Calle San Pedro. Contrastes urbanísticos.

Astorga. Calle San Pedro. Vivienda.

Astorga. Plaza Esteban Carro Celada. Edificio donde, parece, está todo desocupado y cerrado. No sabemos si es así.

Astorga. Cartel promocional de una edición pasada de las fiestas de Astures y Romanos ubicado en una pared del entorno de la plaza Esteban Carro Celada. Esta festividad se viene celebrando el último fin de semana del mes de julio y le aporta muchísima animación a la urbe leonesa, como ya veremos. Vaya por delante que la chavalería no duda en disfrazarse al uso. De momento, presenta Interés Turísticos Regional.

Astorga. Calle Leopoldo Panero, que toma su nombre de un célebre poeta de la generación del 36 natural de la población y padre, a su vez, de poetas. Y al fondo, solemne, hermosa, la catedral.

Astorga. Patio de la Casa Leopoldo Panero, ubicada en la calle homónima y sede (al menos así estaba previsto) de un Centro de Poesía. También conocida como Casa de los Panero.

Astorga. Plaza de la Catedral. Vecino del templo, el Hospital de San Juan Bautista. Éste es uno de sus accesos.

Astorga. Plaza de la Catedral. El entorno de este espacio urbano, con sus "dictaduras" de tránsito y estacionamiento (zona azul) y también algunas edificaciones peculiares. A la derecha, tres alturas, en pie desde el siglo XVI, la Casa del Sacristán. Esta "casa" es la sede de la Asociación de Amigos de la Catedral de Astorga.

Astorga. Su hermosa catedral de Santa María, contemplada desde la plaza homónima, creció hacia lo gótico desde un templo preexistente de naturaleza románica. No obstante, como es algo prácticamente habitual, la complejidad de la construcción de estas obras, y la propia evolución humana, suele hacer que en ellas más que un estilo concreto se pueda disfrutar de una semblanza de varios. Señalamos esto porque al templo iniciado en 1471 Rodrígo Gil de Hontañón, por ejemplo, le añadió dos capillas renacentistas. En suma, la catedral de Astorga tiene algo de románica, tiene algo de gótica, tiene algo de renacentista, tiene algo de barroca y por tener también tiene algo de neoclásica.

Catedral de Astorga. Detalle escultórico de uno de los accesos: un ángel que algo anuncia. En el nombre de Dios.

Catedral de Astorga. Los decoradísimos accesos a través de la fachada principal. Un acceso abovedado dividido en tres partes que recogen numerosas escenas evangélicas.

Catedral de Astorga. Ornamentos por doquier.

Catedral de Astorga. La portada renacentista de Rodrigo Gil de Hontañón, en el flanco este del templo. Curiosa ubicación bajo arcos ojivales, algunos con rosetones integrados, y pináculos, entre otros elementos muy góticos.

Catedral de Astorga. Pináculos, gárgoles y esculturas. Recargadísima vista donde destaca la escultura conocida popularmente como Pedro Mato o Peromato. Realmente esta escultura que corona una de las torretas del ábside es una veleta (bueno, la sujeta con una de sus manos) sin ninguna vinculación oficial con un arriero de nombre Pedro que se opusiera con firmeza a los franceses. Es una leyenda. Un mito. Y hasta una frase hecha Pero ese es el poder creativo de la sabiduría popular. Y su ausencia, aunque fuera temporal y por motivos "de salud", mediada la década de los años 90 del siglo XX, alimentaba nostalgias.

Catedral de Astorga. La portada renacentista de Rodrigo Gil de Hontañón, en el flanco este del templo. En la hornacina descansa una imagen de la Virgen de la Asunción. Los apóstoles Pedro y Pablo aparecen en los medallones ubicados sobre la puerta.

Astorga. El Palacio Episcopal, contemplado parcialmente desde dentro del recinto de la catedral de Santa María. Este recinto, por cierto, hace las veces de calle para muchos locales toda vez que conecta la plaza de la Catedral (y por ende la calle Leopoldo Panero) con la avenida del Doctor Mérida Pérez y (también) la plaza de Eduardo de Castro.

Vecina de la catedral, la iglesia de Santa Marta. Una vista trasera de esta obra barroca. Este templo recuerda a una mártir, Marta, natural de la población y cuya casa natal, según la creencia, se encontraba en este mismo solar. La espadaña, realmente cautivadora.

Astorga. El Palacio Episcopal, que nunca llegó a ejercer como tal. Una referencia absoluta de la iconografía turística de la población, no ya por esos aires de Disney, sino por su autoría. Es uno de los pocos trabajos, apenas éste, la casa Botines de León y El Capricho de Comillas, firmados por el arquitecto catalán Antoni Gaudí. El incendio de la anterior residencia episcopal fue el que facilitó el encargo a Gaudí, un empeño personal del obispo Juan Bautista Grau i Vallespinós cuyos trabajos se desarrollaron entre 1886 y 1914. El arquitecto Ricardo Garda, tras varios años de parones y tensiones en el proceso constructivo, tal fue el vacío dejado por la muerte de Gaudí, fue el que dirigió la conclusión de los trabajos.



El Palacio Episcopal, actual Museo de los Caminos y una obra en la que inicialmente Gaudí no puso mucho empeño por estar centrado en otros trabajos en la cosmopolita Barcelona. Es un referente en la parcela turística y se han invertido en su restauración buenos dineros. Como curiosidad, en la renovación de sus vidrieras intervino una empresa conquense.

Astorga. Palacio Episcopal. En esta imagen, también en alguna anterior, se aprecian los andamios instalados durante una primera fase de restauración, que arrancó en 2013, en la que se renovaron las cubiertas y se llevaron a cabo diferentes actuaciones en el exterior.

Astorga. Sucesión de templos: la catedral, el más esbelto y más al fondo; la iglesia de Santa Marta y la capilla de San Esteban, en primer plano y con orígenes nada menos que en el siglo XIV. Estamos en la plaza de Eduardo de Castro, bastante remozada; y en la que, por cierto, encontraremos la oficina de turismo municipal.

Astorga. Ángeles ubicados en los jardines del Palacio Episcopal, ante un lienzo de la muralla de la ciudad. Estas escultura, cuenta en su blog Adolfo Marroquín, fueron concebidos para ser instalados en las cubiertas del palacio, pero el fallecimiento de Gaudí y ciertos problemas en las obras de construcción derivados de su fallecimiento acabaron traduciéndose en su permanencia en la zona verde.

Astorga. Las murallas, en el parquecito que se extiende junto al Palacio Episcopal.

Astorga. A los pies de la vertiente norte de las murallas se extiende el Parque del Melgar (o El Melgar); en la foto se aprecian diferentes construcciones, todas ellas temporales con motivo de la celebración de las Fiestas de Astures y Romanos.

Astorga. A los pies de la vertiente norte de las murallas se extiende el Parque del Melgar; en la foto se aprecian diferentes construcciones, todas ellas temporales con motivo de la celebración de las Fiestas de Astures y Romanos. Hay una zona Astur y otra zona romana, lo que se aprecia bien en esta instantánea. Algunos participantes se lo montaban pero que muy bien y más allá de la recreación histórica, más o menos fiel, más o menos fidedigna, disfrutaban de fogones e incluso hasta piscinas de esas desmontables concebidas para los más pequeños de la casa.

Astorga. Ocaso sobre las torres aparentemente gemelas de la catedral de Astorga.

Astorga. Contrastes en la plaza Eduardo de Castro, en su transición hacia la plaza de la Catedral. Al fondo, la catedral. En el margen derecho vemos la sucesión de la iglesia de Santa Marta y de la capilla de San Esteban. A la izquierda, en la confluencia con la calle San Javier, la curiosa fachada de un edificio donde encontraremos un negocio hostelero: el Café Gaudí (que unos metros antes, en otro edificio, cuenta con hotel-restaurante y en donde se celebran hasta banquetes de boda donde el menú, por qué no, y damos fe, puede ser un cocido maragato). Nótese, por cierto, la señal que indica la ruta Jacobea.

Astorga. Calle Los Sitios, que vertebra el conocido como Eje Monumental (del entorno de la catedral a la plaza de España a través de la plaza Santocildes) Pintada que refleja ese pulso, soterrado, o no, acaso pique, quizá reivindicación, entre León y Castilla más allá de la Comunidad Autónoma Castilla y León. Un "algo" que también se puede encontrar, siguiendo la ruta hacia Santiago de Compostela, con la distinción entre El Bierzo y León.

Astorga. Plaza Obispo Alcolea. Escultura de Amancio González, sobre una idea de la escultora astorgana Castora Francisco, Castorina: Maternidad.

Astorga. Una llamativa edificación, emparedada entre otras más nuevas, en la plaza Obispo Alcolea.

Astorga. La descendente calle Enfermeras Mártires de Somiedo permite contemplar la muralla, restos suyos, atrapados entre edificaciones modernas. Como si en otro tiempo hubiera aquí una puerta o arco. Al fondo, en el margen izquierdo de la imagen, se aprecia la modernista Casa Granell, un reflejo de la pujanza económica de la población en otros tiempos.

Astorga. Pintada "Sí a los concejos" en la fachada de una construcción abandonada en la calle Santiago. Vamos a callejar un poco, más allá del "Eje Monumental". Nos encontramos muy cerca de los restos de unas viejas termas.

Astorga. Calle Santiago. Ésta es la fachada del Hotel Casa de Tepa, otrora el palacete de los Condes de Tepa, en algún momento posada real y mucho antes albergue y hospital de peregrinos. En una de sus estancias, dato histórico, tuvo lugar un improvisado consejo de ministros.

Astorga. Concurridísima, por comercial, confluencia de las calles Magin García Revillo (detrás), Marcelo Macías (izquierda), Pío Guillón (al frente) y García Prieto.

Astorga. Calle Pío Guillón.

Astorga. Calle Pío Guillón.

Astorga. "Pasadizo" que conecta, de forma directa, la calle Pío Guillón con la plaza Santocildes.

Astorga. La Plaza Santocildes, directamente conectada con la vecina Plaza de España (a la espalda de la foto), es otro de los enclaves básicos del entramado urbano de la población. Su nombre bebe del militar catalán José María Santolcides, quien se encargó de la defensa de Astoorga durante la Guerra de la Independencia.

En el centro de la Plaza Santocildes se encuentra esta escultura en la que un león vence a un águila. Una representación de la resistencia, la derrota, la perseverancia y la victoria final sobre las tropas napoleónicas: el Monumento a los Sitios.

Dice un lema inscrito en el gran pedestal del Monumento a los Sitios: "Para recordación perpetua de los heroicos defensores de la ciudad en su dos memorables sitios por las huestes napoleónicas". Este conjunto fue inaugurado en 1910 y originalmente estaba ubicado frente a la catedral, aunque en los años sesenta fue movido hasta esta plaza. Dentro de la misma, cosas de reformas y remodelaciones, ha variado su ubicación exacta en un par de ocasiones para expectación de la población local.

Astorga. Plaza Santocildes.

Astorga. Plaza Santocildes, hacia la calle La Cruz.

Astorga. La Plaza Santocildes y el Monumento a los Sitios.

Astorga. La vinculación de la ciudad al Camino de Santiago se nota en el constante paso de peregrinos, bien en ruta, bien en tránsito bien en parada. No faltan los negocios que beben de la ruta jacobea, como es tónica habitual en todo el itinerario. Este negocio sorprende al visitante con una enorme mochila cuyo tamaño, evidentemente una broma, no le vendría nada mal a más de un caminante al que se le va la mano cargando pertenencias antes de iniciar su caminar...

Astorga. Plaza de España. Una visión lo más global posible de este espacio urbano indispensable en cualquier visita. Y no exento de encantos múltiples.

Astorga. Fachadas de aires modernistas junto a la Plaza de España.

Ultramarinos Aquilino, en la calle Prieto de Castro, otra de las rúas que desemboca en la Plaza de España.

Astorga. Plaza de España. Siempre concurridísima y corazón de la vida municipal. Ayuntamiento (izquierda) y negocios hoste/hoteleros (derecha), contemplados desde los soportales del lado norte.

Escaparate tomado por el chocolate y el cacao en un negocio tradicional, Hojaldres Alonso, ubicado en la Plaza de España. Con permiso de las mantecadas, célebres y ricas, este poderío del chocolate es debido a que Astorga es una ciudad con una bastísima tradición en este sector, con hasta ocho industrias especializadas en el ramo allá por 1752. Enorme peso histórico; y personalmente, también, sorprendente. Se especula con diversas teorías; una se centra en una generosa dote de cacao que María Cortés de Zúñiga, hija de Hernán Cortés, recibió de su progenitor al pactarse su matrimonio (no concretado) con uno de los herederos del marquesado de Astorga. Tal es el peso de la tradición que incluso existe desde 1994 un Museo del Chocolate que tiene su sede en un antiguo palacio, el del empresario chocolatero Magín Rubio, encargado en 1912 al arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga.

Astorga. Ayuntamiento. Un edificio levantado entre 1683 y 1704, si bien el proyeto ideado por Francisco de la Lastra necesitó en 1994 de una buena reforma. Obsérvense en el campanario a los muñecos Juan Zancuda y Colasa, dos maragatos que dan las horas desde, nada menos, 1748. Un reloj ideado por el relojero Bernardo Franco, por cierto... La verdad es que la contemplación de su fachada es uno de esos actos anónimos y sencillos que, sin embargo, merecen muy mucho la pena.



Astorga. Calle Padres Redentoristas. La joyería Los Maragatos, de atractiva fachada comercial y prestando servicio desde 1925, nada menos. Tan atractiva, que pasamos a fijarnos en un detalle ornamental...¡Siguiente foto!

Decoración publicitaria ubicada en la fachada de una relojería en el inicio de la calle Padres Redentoristas, allí donde es ligeramente peatonal, que hace alusión a los maragatos y La Maragatería, pobladores y comarca, ciñéndose a dos personajes populares que presidente el reloj del ayuntamiento: Colasa y Juan Zancuda. "Como observara Julio Caro Baroja, son los Maragatos, al igual que los agotes navarros, los vaqueiros asturianos y los pasiegos cántabros, los pueblos hispanos de orígenes más oscuros, lo que hace aumentar la magia y misterio de estas tierras de lomas áridas y salvajes, ricas en folclore, artesanía y gastronomía", extraemos de un folleto turístico de autoría (ni edición) no especificada. Al hilo de los maragatos ya esbozamos algunas cuestiones en la entrada de este blog dedicada a la cercana población de Castrillo de los Polvazares.

La iglesia de San Bartolomé, durante muchísimos años la sede de las reuniones del concejo de Astorga. No estamos ante una iglesia "joven", ni mucho menos. Y no sólo por bautizar un espacio urbano, concretamente una plaza, no. Fue levantada allá por el siglo XI. Otra de esa joyas románicas que, en este caso, ha ido ganando estructuras con la llegada de reformas y añadidos en las centurias siguientes.

Engaña mucho su fachada: la más estrecha corresponde al Museo Romano de Astorga, que gana muchísimo en su interior no ya por su fondo material, sino también por aprovechar una construcción romana en su corazón: la ergástula. La arqueóloga municipal y directora de esta institución, María Ángeles Sevillano Fuertes, ha escrito este interesante artículo: "El Museo Romano de Astorga". Al lado del Museo, el restaurante La Peseta, uno de los clásicos de la población por esos orígenes en los últimos años del siglo XIX.

Astorga. Fuente conmemorativa del hermanamiento de la ciudad, con motivo de sus dos mil años de vida, con otras ciudades de pasado romano: Zaragoza, Braga, Lugo y Mérida. La "Fuente del Bimilenario", de 1986, está ubicada en la calle Padres Redentoristas.

Astorga. La Domus del Mosaico o Casa del mosaico del oso y los pájaros, datada entre los siglo II y III después de Cristo. Esta casa romana abierta parcialmente al público se encuentra en la calle Padres Redentoristas. Su acceso es libre y a los restos se le presuponen usos de cierto lujo en el pasado por el tamaño, tipo y ubicación de las depedencias. Su nombre, como ya se intuye, procede de la decoración de los mosaicos. Hablábamos de una apertura parcial porque gran parte de las instalaciones se encuentran bajo el convento de los Padres Redentoristas.

Domus del Mosaico de Astorga, una de las diez viviendas de tiempos romanos que se conservan actualmente en Astorga y posiblemente la más excavada y estudiada. En la imagen, restos de diferentes dependencias en esta casa de orígenes romanos sobre la que periódicamente, en los últimos años, se ha valorado una nueva reforma de sus instalaciones en aras de una mejor protección.

Mosaicos en la Casa del mosaico del oso y los pájaros, los únicos apreciables en la zona visitable por el público.

Astorga. Restos romanos, posiblemente del antiguo foro, en un solar existente entre las calles Luis Braille y Matías Rodríguez. En absoluto queda lejos la Plaza de España, bajo la que descansa el centro neurálgico del foro original.

Astorga. Restos romanos, posiblemente del antiguo foro, en un solar existente entre las calles Luis Braille y Matías Rodríguez.

La iglesia de San Francisco (izquierda) y la capilla de la Vera Cruz. El templo principal, de planta única, fue creciendo gracias a la construcción de varias capillas, una de las cuales fue la que nos ocupa. Con el tiempo, por muchas reformas, algunas motivadas por los daños de la invasión napoleónica, su fachada fue ganando en autonomía hasta el punto de que hoy en día sus fachadas nos presentan dos templos distintos. La capilla, donde tiene su base espiritual la cofradía más antigua de la ciudad, destaca mucho a la vista por su particular y poblado campanario, hunde sus raíces en el siglo XVI. La foto está tomada en la llamada Plaza Romana, un espacio de Astorga en el que confluyen estos templos, un gran parque y también el albergue municipal de peregrinos, habitualmente concurrido y por tanto animador de esta zona de la ciudad.

Campanas sobre campanas; y sobre campanas, una. Hermosísima espadaña.

Plaza Romana. Al fondo, el albergue de peregrinos. En primer plano, escultura urbana dedicada a los caminantes hacia Santiago. Este Caminante, obra del escultor Sendo García, tiene una curiosa historia detrás pese a haber nacido en 2010. Una primera escultura, de mayores dimensiones, fue instalada ante el Palacio Episcopal a comienzos del siglo XXI. La acción incontrolada de unos vándalos destruyó esa primera obra en un incendio, lo que motivó una campaña de la ciudadanía para costear una nueva obra en esta ocasión fundida en bronce.

Astorga. Acceso a los cuidadísimos Jardines de la Sinagoga, otrora del Generalísimo, desde la Plaza Romana. Sobre este espacio verde cuyo nombre evoca a la antigua colonia judía de la población, que se concentraba en esta zona de la urbe, el concejal Ángel Iglesias afirmaba en Astorga Información: "Tenemos que recobrar la vida que tuvo este jardín organizando también eventos, recuerdo las verbenas de los veranos, los bailes vermú. Se trata de volver a darle la vida que tuvo porque es el pulmón y el centro de Astorga".

Un "glaciar" de flores y un olivo solitario conforman este rincón de los Jardines de la Sinagoga en el que no hace mucho se extendía una pequeña laguna. Sobre los Jardines, recomendamos esta lectura de José A. Martín Fuertes: "El Jardin o Paseo de la Sinagoga de Astorga".

La muralla romana de Astorga, que en este lado sur protege y sustenta los Jardines de la Sinagoga.

Las vistas desde la muralla sur de Astorga: la iglesia de San Andrés, extramuros, emerge entre las edificaciones de la ciudad moderna.

Las vistas desde la muralla sur de Astorga (2): una zona no urbanizada que esconde una suerte de zona de cultivo, o de pastoreo, en pleno casco urbano de Astorga.

Las sugerentes siluetas del Teleno y sus montes afines, Aquilianos, emergen seductoras ante la mirada que las contempla desde las murallas de Astorga por este lado sur. El Teleno, Mars Tilenus romano, referencia vital y sacra para los astures, alimentó la que, según algunos estudiosos, fue la mayor mina de oro de todo el Imperio Romano. Un corazón muy fértil el de esta mole de roca que supera roza los 2.200 metros de altitud.

El paseo junto a las murallas en el interior de los Jardines de la Sinagoga. Estamos alto, hay una buena caída. ¡Qué abajo quedan las calles del Postigo y Vía de la Plata!

Días de nieve y frío sobre el Teleno.

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