Alandroal, una convocatoria patrimonial y culinaria en el Alentejo más 'raiano'


Alandroal. Pueblo portugués ubicado en el Alentejo, no muy lejos de la frontera con España a través de Badajoz. Su término municipal es absolutamente raiano, pero la "cabeza de partido" se encuentra algo más alejada. [Mapas VíaMichelin]

Escudo municipal de Alandroal. En la tradición de los oficiales en los pueblos de la zona, éste nos parece especialmente significativo por estético. Más allá de la alta significación de las referencias a órdenes militares de la parte inferior, nos comentaron una vez que las torres de la superior hacen referencia a las fortalezas que conformaban el antiguo concenjo: Alandroal, Terena y Juromenha. No es menos cierto que la fortaleza de Alandroal también cuenta con cuatro torres.

La calle Doctor Manuel Viana Xavier Rodrigues nos deja rápidamente en el centro, en los entornos del castillo y de esa milla de oro de los servicios y la restauración, a escala rural, que es la rua João de Deus. Siguiendo la primera, alcanzamos esta zona al poco de dejar la N-373 en una rotonda. Estas son las dos últimas edificaciones de la Doctor Manuel Viana Xavier Rodrigues antes de morir en la irregular Praça da República.

En el arranque de la rua João de Deus, allí donde un placa nos recuerda que estamos en el Antiguo Caminho da Fonte, esta edificación que nos evoca a las construcciones indianas del norte de España.

La Fuente Monumental de Alandroal. Mármol solemne vecino, casi, del castillo. Y ubicada en la Praça da República.

Los seis caños "animaliformes" de la Fuente Monumental. Repesentaciones de leones que todas ellas tienen nombre: Bica das Feiticeiras, Santo António, Namorados, Reis, Sao Pedro y Sao João.



El campanario y el reloj instalados en una de las torres de la fortaleza medieval fundada por Don Dinis a finales del siglo XIII. La foto, tomada juntoa la Fuente Monumental.

La Fuente Monumental y la Praça da República. En la parte superior izquierda, la Cámara Municipal de Alandroal.

Un rinconcito de la Praça da República. Aquí encontramos un primer acceso al interior del castillo que, sin embargo, no siempre está abierto.

Monumento al Doutor Manuel Viana Xavier Rodrigues en la Praça da República.

Praça da República.

Praça da República. La Cámara Municipal, instalada sobre un viejo palacio del siglo XVIII.

Detalle ornamental ubicado en la esquina de la sede de la Cámara Municipal.

Estos carteles nos recuerdan que la actual Praça da República fue conocida en otro tiempo como Praça do Principe da Beira... En Portugal esta labor de recordar nomenclaturas pasadas ha sido una práctica habitual desde hace décadas.

Edificios en el arranque del Doctor Teófilo Braga.

Un vecino camina por la sinuosa y solicitada (por el parque móvil local) rua Doctor Teófilo Braga.

Instalaciones municipales en la rua Doctor Teófilo Braga.

El reloj-campanario del castillo de Alandroal, visto desde la rua Doctor Teófilo Braga.

La rua Antonio José de Almeida forma, en sus cercanías al viejo perímetro amurallado, un amorfo largo. En uno de sus flancos nace esta galería: Travessa dos Arcos.

Travessa dos Arcos de Alandroal.

Rua Antonio José de Almeida.

El castillo de Alandroal, visto desde ese largo que alimenta la rua Antonio José de Almeida.

Vivienda en la rua Antonio José de Almeida donde no falta el guiño mariano.

Rua Antonio José de Almeida.

El castillo de Alandroal y la iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción, vistos desde la rua Antonio José de Almeida.

La curiosa acera de la calle rua do Rodo.

Rua do Rodo.

La rua do Rodo nos deja junto al Mercado Municipal de Alandroal. Interesante concepción arquitectónica sin renunciar a ciertos recursos ornamentales.

Mercado Municipal de Alandroal.

La estación de autobuses de Alandroal, contemplada desde el interior del Mercado Municipal.

Estación de autobuses de Alandroal.

Estación de Autobuses de Alandroal. Obsérvese la integración de la misma en el caso urbano a través de una rotonda. Nos parece un proyecto muy interesante y funcional. Un par de negocios le dan vida adicional a la estación.

Templete musical en la zona ajardinada que se encuentra entre el castillo y el barrio de San Benito (ese que se percibe al fondo y que recibe su nombre de una ermita ubicada en su parte más alta). Una zona, además, donde existe un amplio parking público ideal para el turismo.

El Pelourinho de Alandroal.

El Pelourinho de Alandroal, en toda su magnitud. Curioso encontrárselo en una zona de aparcamiento.

Castillo de Alandroal. Efectos sobre la Porta Legal y su entorno. La fortaleza, de planta poligonal, comenzó a levantarse en febrero de 1294, fue acabada cuatro años después y surgió como iniciativa del monarca Don Dinis y el maestre de la Orden de San Bento de Avis Lorenço Afonso. Un arquitecto musulmán de nombre Galvo es señalado como su ingeniero.

Portal Legal. Detrás, Nuestra Señora de la Concepción.

Portal Legal. En la inscripción que preside este acceso se especifican datos y fecha de la construcción antes citadas. Detrás, Nuestra Señora de la Concepción. Nossa Senhora da Conceição. El gran patio de armas del castillo de Alandroal es considerado en términos de callejero otra rua más: la del castelo. Y literalmente, va de puerta a puerta.

Porta Legal. Detalle. Qué nombre tan curioso para un acceso.

Castillo de Alandroal. Patio interior... o Rua do Castelo. Dos visitantes aprovechan las últimas escalinatas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción (Nossa Senhora da Conceição). En este templo, nota curiosa, descansan los restos de un gran aventurero que fue originario de esta villa: Diogo Lopes de Sequeira. Tan grande que incluso aparece citado en las obras de Luis de Camões.

Momento de relax. Hay que indicar que como buena población alentejana Alandroal también se lleva bien con el sol y el calor. En el entorno de esta iglesia, gracias a su esbeltez, se gesta un buen tramo de sombra que estos visitantes han sabido aprovechar...

Lo dicho anteriormente, Rua do Castelo... La única existente intramuros.

Torre del Homenaje del castillo de Alandroal, modernizada con reloj.

Castillo de Alandroal. Interior. Torre del Homenaje y Nossa Senhora da Conceição. Un rinconcito más aislado del patio de armas principal...

Aunque las escaleras de acceso son un tanto chungas por la siempre "malrollante" combinación de ausencia de barandilla con gran altura, el paseo por el adarve de la muralla merece mucho la pena por todas las perspectivas que nos aporta.

La vertiente interior de los altos de la Porta Legal. Y en todo momento de nuestro horizonte, campos alentejanos.

El Patio de Armas del castillo de Alandroal.

Alandroal. Piedra, campana y reloj.

La Torre del Homenaje, la iglesia y el Patio de Armas, contemplados durante un paseo por el adarve.

El recinto fortificado del castillo de Alandroal. Estamos, por cierto, disfrutando del Patrimonio Nacional Portugués.

Una zona de aparcamiento para turistas y caravanas, ubicada en las cercanías del Barrio de San Benito.



Vistas sobre la estación de autobuses, el mercado municipal y el barrio de San Benito.

Alandroal, desde una saetera de su castillo.

Iglesia de la Misericordia de Alandroal.

Torre macizan...

... y torre en ruinas. El interior de la fortaleza, en estas alturas, presenta una zona en ruinas tomada por la vegetación y algunos huertos que parece que en otro tiempo albergó viviendas intramuros.



El campanario de la Torre del Homenaje del castillo de Alandroal. La foto, tomada en esa zona más descuidada.

Rua do Castelo.

Rua do Castelo. La Puerta del Arrabal, como se diría en castellano.

Detalle. Piedra pulida por las centurias. Y al otro lado de la calle sigue durante un pequeño trecho la rua do Castelo.

La Porta do Arrabalde, que deja ver el Patio de Armas. Ahora nos vamos a acercar con más detalle por una curiosidad...

... que es ésta: la llamada Vara dos Mercadores, una herramienta esculpida en la piedra que se empleaba en las relaciones comerciales.

Iglesia de la Misericordia, que preside la travesía homónima y presenta una ubicación poco habitual. Quizá se debiera a su génesis, en tiempos de nuevas conversiones ante las imposiciones de expulsión contra las poblaciones judías y musulmanas. Y lo de imposición, literal. Tanto como pueda serlo una exigencia prematrimonial a nivel real.

Palacete en la calle rua João de Deus.

Restaurante A Maria. Restaurante ubicado en pleno centro (el número 12 de la rua João de Deus) y bajo la muralla. Es, por si queda confuso, el engalanado con amarillo. Célebre referente culinario no ya de Alandroal, sino de toda esta zona del Alentejo más "raiano". Su notoriedad, de hecho, fue un factor importante en la realización de este acercamiento a la población que tiene ante usted. La notoriedad, muy mediática, ha cruzado fronteras e incluso ha aparecido en las páginas del New York Times. Su promotora, Maria Monteiro, está al mando de la nave, tiene mucha presencia y habla un magnífico español. El A Maria tampoco es un fenómeno aislado, en tanto que el generoso término municipal de Alandroal cuenta, entre el núcleo principal y las freguesías dependientes, con hasta 13 restaurantes, algunos más baratos que el que nos ocupa. De hecho, también existen sus críticos.

A Maria. Interior. Nosotros tuvimos las primeras referencias sobre este establecimiento a partir de los artículos de J. R. Alonso de la Torre. Artículos anteriores a éste, que sin embargo recomendamos encarecidamente por toda la información que aporta sobre otros posibles destinos. Este columnista es el que inspiró toda esta historieta de blog.

Interior del A Maria. Decoración y detalles. El restaurante quizá se salga de la tónica habitual de precios de Portugal, pero no es en absoluto prohibitivo. Entre semana no hay problema, o no suele haberlo, para encontrar mesa. Pero si será destino de un fin de semana, sin duda lo mejor es reservar. O jugar con la hora menos portuguesa y esperar. Pueden volar las 80 plazas para comensales existentes...

El vetusto suelo pizarroso del A Maria es reflejo del típico en las viviendas de la zona a ambos lados de la frontera. Irregular, pero no tanto. Y cómodo para el barrido, qué cosas.

La cocina, sus platos elaborados vamos, es fundamental en la fama del A Maria. Pero la influencia de su estética es innegable. Y es que toda la decoración evoca a una vivienda tradicional alentejana, o su patio interior siendo más precisos, y hasta la barra cumple con maestría esa función.

A María. Y en un rincón que simula lo que en zonas de Extremadura llaman "doblao", banderas de Portugal, España y la Unión Europea. Tal es la vocación y el espíritu de su cocina. Cuentan que el salto a la fama le llegó gracias a aparecer en los reportajes culinarios que publicaba el programa Expresso en la seccción "Roteiro Boa Cama e Boa Mesa".

Con total seguridad, uno de los rincones más fotografiados de todo el A Maria: ese tramo de pared que simula un tendedero bajo una ventaja en el que hay ropa secándose. Enaguas reales y típicas de los ajuares domésticos alentejanos. Así que de "simular", la verdad, poco. Es un rincón curioso y simpático.

A Maria. Detalle onomástico en la decoración de la vajilla.

Un cocido alentejano. Intenso sabor a hierbabuena y texturas seductoras pese a ser un plato con muchas vinculaciones también en España. De los postres no mostramos ninguna imagen para no herir sensibilidades... solo diremos que la repostería portuguesa, de por sí magnífica, alcanza aquí un cénit.

[agosto de 2015]